Los obispos de Tucumán, Carlos Sánchez y Melitón Chávez, expresaron su inquietud por la coyuntura institucional de la provincia que quedó expuesta en los medios locales y nacionales tras la denuncia del juez de Impugnación, Enrique Pedicone, y la respuesta de Daniel Leiva, vocal de la Corte Suprema de Justicia. “Como pastores de la Iglesia no podemos pasar por alto esta peligrosa situación ya que, de ser así, se estaría cuestionando en cierta manera el mismo sistema republicano y democrático sin los cuales hay riesgos para el ejercicio de la libertad de los ciudadanos y el acceso a una Justicia independiente”, dijeron los monseñores en un pronunciamiento que firmaron conjuntamente y remitieron ayer.
Sánchez, arzobispo de Tucumán, y Chávez, obispo de la Santísima Concepción, hicieron hincapié en que las acusaciones habían puesto en cuestión la piedra fundamental de la organización constitucional. “Nuestro interés no es otro que el que tiene nuestro pueblo: que la justicia imparta su veredicto en forma libre e independiente de cualquier otro poder del Estado y de otros intereses de parte. Repudiamos enérgicamente cualquier acto que vaya en contra de la independencia judicial. No olvidamos que de la salud de nuestras instituciones depende la vida de nuestra gente, sobre todo la de los más vulnerables, y la paz en nuestra sociedad toda”, afirmaron.
Los obispos afirmaron que era crucial que la pesquisa de la versión expuesta por Pedicone sea cristalina. “Solicitamos que se arbitren todos los medios necesarios a fin de que se esclarezcan los hechos denunciados”, acotaron. Y añadieron que, para lograr ese objetivo, había que dar “la mayor publicidad y transparencia” a la causa que generen los Tribunales penales: “para que toda la sociedad pueda ver paso a paso lo que la Justicia misma va investigando”.
A propósito de estas circunstancias, Sánchez y Chávez evocaron las palabras del cardenal y arzobispo emérito de Tucumán con el que aprendieron el oficio de conducir la Iglesia, Luis Héctor Villalba. “En una oportunidad, monseñor Villalba nos decía públicamente en un contexto semejante que ‘la honestidad no recela la justicia’”. Y citaron el siguiente fragmento de la Biblia: “dichosos los que guardan el derecho y los que practican en todo tiempo la justicia” (Salmo 106,3).
Los obispos también consideraron necesario recordar en este momento las palabras de San Juan Pablo II: “hace más de 30 años, percibió en nuestras tierras ‘el clamor de una justicia demasiado largamente esperada’” (el entonces Papa vino a la Argentina en 1987, en una gira en la que recorrió 10 localidades, entre ellas Tucumán). “Como pastores nos hacemos eco de este clamor, y pedimos que la verdad salga a la luz y la justicia se afiance en nuestra tierra tucumana”, anunciaron Sánchez y Chávez.
Discípulos de Villalba
La posición de los obispos se destaca entre las reacciones y repercusiones que generó la presentación de Pedicone de este 1 de septiembre. Sería esta la primera vez que ambos asumen una postura pública común sobre la marcha de la institucionalidad local puesto que Chávez asumió en Concepción en marzo de este año (reemplazó a José María Rossi, que se jubiló) después de un período al frente del Obispado de Añatuya (Santiago del Estero). Sánchez por su parte sustituyó en 2017 a Alfredo Horacio Zecca en la conducción de la Arquidiócesis de Tucumán. Antes de llegar a sus respectivas funciones, ambos obispos formaron parte del equipo de Villalba.
En contadas oportunidades las figuras de la Iglesia tucumana dirigieron mensajes a las autoridades públicas y a la sociedad fuera de las homilías de las celebraciones eucarísticas. En el último tiempo, Rossi lo había hecho dos veces para llamar la atención acerca de las inundaciones acontecidas en el sur de la provincia y el mecanismo discrecional de gastos sociales legislativos que rigió hasta poco después de la publicación de las imágenes de valijas cargadas con dinero en efectivo.
“A muchos funcionarios públicos les haría bien ver a los inundados: ir a sus casas y escucharlos. Es conmovedor y, por eso, después uno tiene que actuar”, dijo Rossi en diciembre luego de visitar el barrio denominado El Cuadro, en Villa Quinteros, junto al entonces obispo coadjutor Chávez. El discurso apuntó hacia la inacción de los Tribunales: “cuando ya sucedió el desastre, cuando no hubo control, el Poder Judicial tiene que intervenir. La verdad es que no veo esa reacción”.
En agosto de 2016, Rossi definió como “esquema moralmente perverso” al de los gastos sociales de la Legislatura y cuestionó que en 2015 hayan sido destinados más de $ 615,6 millones de esa época para supuestos subsidios. “Las tentaciones son muchas y no puede ser que a los legisladores se los ponga en la ocasión de usar mal un dinero que no es de ellos”, objetó. A continuación, el vicegobernador Osvaldo Jaldo anunció que el Poder Legislativo iba a dejar de repartir subsidios a personas físicas y la bancarización de todos sus movimientos.